AboutMe de Google: controla lo que los demás ven sobre ti

Una página de Google nos permite controlar lo que publicamos en nuestros perfiles

Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental de nuestras relaciones; en esta nueva era de la información casi todos nosotros estamos suscritos y utilizamos diariamente alguna red social. Facebook, LinkedIn, Instagram son instrumentos cotidianos que muestran información sobre nosotros y nuestra actividad personal o profesional. Esta información puede llegar a tener consecuencias inesperadas si no se sopesa previamente qué, cómo, cuándo y con quién compartimos la información, si no sabemos cómo la red social la muestra y en especial cómo Google la utiliza en sus propias bases de datos y la ofrece a través de su buscador.

No es por casualidad que una de las principales preocupaciones de los usuarios de las redes sociales,  junto a los recientes problemas de filtraciones en algunas redes o la imposibilidad a veces de borrado de datos, es qué relevancia pública pueden llegar a tener los datos personales, fotos, vídeos, comentarios u opiniones compartidos en las redes. Esta relevancia no la da la propia red social sino que  entran en juego los buscadores y en especial Google.

Nuestra actividad en las redes sociales aparece también en los buscadores, por lo que no sólo los usuarios de las mismas pueden acceder a la información que compartimos, sino que esta puede llegar a aparecer para cualquier persona que la busque en Internet si no hemos tenido cuidado al compartirla en la red social.

Pero Google no es un mero motor de búsqueda, ofrece un entramado de productos muy diversos con funciones diferentes, pero todos ellos inmersos en una estructura de red social. La adecuada gestión de la privacidad en productos como Gmail, Google+, YouTube, GoogleDocs o Drive, por señalar algunos de los principales, era hasta ahora una tarea minuciosa que obligaba a los usuarios a conocer bien cada servicio y ser muy consciente de su perfil y publicaciones si quería evitar una importante pérdida de privacidad. Éste hecho ha llevado a  Google a replantearse sus servicios en cuanto a la reputación y privacidad de sus usuarios, puesto que en sus resultados de búsqueda pueden aparecer multitud de referencias personales de individuos que están registrados en redes sociales.

Por este motivo, Google ha puesto a disposición de sus usuarios un instrumento para mejorar, en la medida de lo posible, la protección de éstos en relación a su seguridad y su privacidad. Se trata de la página “About me”, de Google. En este espacio se puede comprobar y seleccionar qué información quiere compartir el usuario y con qué tipo de audiencia, incluyendo la opción de compartir con todo el mundo. Estamos hablando de un servicio para conocer lo que publicamos en el ecosistema de servicios de Google por lo que el punto de partida es estar registrado en sus servicios.

Pero independientemente de que un seguimiento periódico por nuestra parte de lo que estamos publicando y de cómo Google muestra información sobre nuestra actividad social es una medida razonable de prevención, debemos tener claro que dónde se origina el problema es en la aceptación que hacemos, muchas veces sin prestar atención, a los términos y condiciones de uso de las redes sociales y, sobre todo, de las aplicaciones que se descargan desde dispositivos móviles, tabletas y teléfonos móviles. Unas sencillas precauciones  junto a reglas de “higiene digital” pueden ayudarnos a mejorar la protección de nuestra privacidad como usuarios de redes sociales:

1. Cuando aceptamos las condiciones de uso de cualquier aplicación o red social, hemos de ser conscientes que estamos consintiendo expresamente en todo su contenido. Por lo tanto, es importante leer, como mínimo, aquello que afecta o puede afectar a tu privacidad en Internet. Ante cualquier duda evaluar si la pérdida de privacidad o la información que podamos vernos obligados a compartir compensa el uso de la red social (o de la aplicación) y si realmente necesitamos sus funcionalidades.
2. Aunque puede resultar más cómodo y rápido, no es recomendable usar la denominada autenticación única. Cierto es que usar nuestra cuenta de Facebook, de Google, o la cuenta de Microsoft, como forma de acceso a otros servicios, redes o aplicaciones es una comodidad y facilita el uso de las redes, pero es un peligro en caso de que un intruso acceda a ella.
3. Internet es un espacio virtual en el que en muchas ocasiones es difícil identificar fehacientemente a una persona determinada. Por eso, se recomienda no confiar en sujetos no identificables. Debemos compartir la información personal solamente en los sitios y con las personas que queramos y el acceso a servicios, aunque sea sólo para probar, que nos exijan datos personales debe ser evaluado con precaución antes de acceder a los mismos.

No debemos olvidar nunca que nuestra seguridad y nuestra privacidad en las redes sociales dependen de que utilicemos contraseñas que no puedan ser descubiertas con facilidad, conocer las condiciones  de la red social y usarlas adecuadamente, incluso repasarlas con cierta frecuencia por si han habido modificaciones en las condiciones o las opciones de configuración e identificar siempre a las personas a las que aceptemos en nuestras redes.